Castro asombra al mundo
El tinerfeño recorre 834,49 kilómetros en 12 horas de pedaleo, un nuevo récord Guinness
SANTA CRUZ DE TENERIFE El tinerfeño Miguel Ángel Castro demostró ayer que es lo más parecido a un superhombre. Pedaleó y pedaleó en una bicicleta estática durante 12 horas, de 8:00 a 20:00 horas, en el Pabellón de Tasagaya (Güímar) y recorrió la increíble cifra de 834,49 kilómetros. Teniendo en cuenta que el perímetro de la Isla de Tenerife es de 342 kilómetros según se recoge en la página del Instituto Nacional de Estadística, es como si Castro hubieses bordeado la isla más de dos veces.
Los datos de la hazaña son increíbles. La media de velocidad empleada por el deportista isleño fue de 69,54 kilómetros por hora. Alberto Contador ganó su tercer Tour de Francia hace unas semanas a una media de 39,59 km/hora y el suizo Fabian Cancellara el título mundial de contrarreloj en Mendrisio a 51,58 km/hora, aunque bien es cierto es que fueron en carretera abierta y en el caso del madrileño con varias etapas de alta montaña.
Exhausto, pero contento, Miguel Ángel Castro relató sus sensaciones y experiencia. "La verdad es que esta experiencia ha sido durísima, la más dura que he hecho en mi vida. Pero todo fue bien y aunque estoy muy cansado la alegría y la satisfacción que siento en estos momentos es muy grande y compensa todos los sufrimientos que he pasado en la bicicleta", comentó Castro minutos después de dejar de pedalear.
La relación del deportista con el pedaleo "comenzó hace unos seis años". "En el ciclismo de carretera soy un amateur, de los que les gusta pasear en bici. En el spinning es otra cosa. Es completamente diferente y la preparación para afrontar los retos es muy diferente". De hecho reconoció que la mayor distancia que había cubierto de forma seguida eran "unos 250 kilómetros".
Apoyos
Doce horas sobre la bici estática dan para mucho. "El desgaste psicológico es enorme, sobre todo las primeras horas. Yo miraba el reloj y veía que me faltaban 11 horas y 50 minutos... 11 horas y 40 minutos... 11 horas y 30 minutos... y hay que estar muy bien preparado para afrontar eso. Afortunadamente tuve un grupo humano increíble a mi lado que no paró de apoyarme y todo salió bien", comentó Castro con una voz en la que se podía sentir el desgaste sufrido. "Cuando ví que en poco más de 6 horas ya había superado el récord Guinness anterior de 500 kilómetros, supe que podía hacer una marca increíble", manifestó.
No todos fueron buenos momentos. "Tuve que bajarme tres veces de la bici, una para cambiarme y dos para orinar, pero no tardé más de un minuto y medio cada vez. Lo peor me pasó entre las cuatro y las cinco de la tarde. Me entró una pájara muy grande porque hacía mucho calor. No podía más. Pero gracias a la bebida energética Fruit Balance y al agua que me dieron me pude recuperar y afrontar la recta final", explicó.
De hecho se produjo un renacer en la cadencia de pedaleo del tinerfeño. La adrenalina fue subiendo a medida que el crono se acercaba a cero y Miguel Ángel lo notó. "Veía que la gente estaba emocionada, que me gritaban y me apoyaban sin parar", confesó. De hecho, el ordenador reflejó que los últimos 30 segundos se recorrieron a más de 106 kilómetros por hora. Castro estaba tan fuerte y eufórico que se hizo diez flexiones de brazos nada más pisar el suelo.
Mucho más sereno, el ciclista canario reflexionó sobre su hazaña: "No lo volveré a hacer nunca más porque esto es... una locura. Pienso que podía haber llegado a los 900 kilómetros pero los tobillos ya no daban más de sí". Al ser preguntado sobre el porqué de estos retos, Castro responde que "para demostrar que hay un montón de deportes y deportistas en Tenerife que pueden hacer cosas grandísimas. Porque todo no debe ser fútbol y más fútbol".
También tuvo tiempo de acordarse de las personas que siempre están a su lado. "Todo esto no es posible sin el apoyo de mi pareja, de mis hijos, de mi madre, de mis amigos, de tanta gente...Esto no es fácil y por mucho que yo quiera, sin ellos no es posible", reconoció.
Desde ayer, Miguel Ángel Castro hizo más grande su leyenda. Tres récord Guinness y dos marcas mundiales dan brillo a su palmarés. En el famoso libro de los registros deportivos figura su nombre en el récord de distancia recorrida en 1 minuto (2,040 kilómetros), en 1 hora (93 kilómetros) y 12 horas (834,49 kilómetros), mientras que ostenta las plusmarcas universales de mayor velocidad registrada en una bicicleta de spinning con 135 km/ hora y tiempo en recorrrer la distancia de 40,075 kilómetros con 26 minutos y 54 segundos.
Los datos de la hazaña son increíbles. La media de velocidad empleada por el deportista isleño fue de 69,54 kilómetros por hora. Alberto Contador ganó su tercer Tour de Francia hace unas semanas a una media de 39,59 km/hora y el suizo Fabian Cancellara el título mundial de contrarreloj en Mendrisio a 51,58 km/hora, aunque bien es cierto es que fueron en carretera abierta y en el caso del madrileño con varias etapas de alta montaña.
Exhausto, pero contento, Miguel Ángel Castro relató sus sensaciones y experiencia. "La verdad es que esta experiencia ha sido durísima, la más dura que he hecho en mi vida. Pero todo fue bien y aunque estoy muy cansado la alegría y la satisfacción que siento en estos momentos es muy grande y compensa todos los sufrimientos que he pasado en la bicicleta", comentó Castro minutos después de dejar de pedalear.
La relación del deportista con el pedaleo "comenzó hace unos seis años". "En el ciclismo de carretera soy un amateur, de los que les gusta pasear en bici. En el spinning es otra cosa. Es completamente diferente y la preparación para afrontar los retos es muy diferente". De hecho reconoció que la mayor distancia que había cubierto de forma seguida eran "unos 250 kilómetros".
Apoyos
Doce horas sobre la bici estática dan para mucho. "El desgaste psicológico es enorme, sobre todo las primeras horas. Yo miraba el reloj y veía que me faltaban 11 horas y 50 minutos... 11 horas y 40 minutos... 11 horas y 30 minutos... y hay que estar muy bien preparado para afrontar eso. Afortunadamente tuve un grupo humano increíble a mi lado que no paró de apoyarme y todo salió bien", comentó Castro con una voz en la que se podía sentir el desgaste sufrido. "Cuando ví que en poco más de 6 horas ya había superado el récord Guinness anterior de 500 kilómetros, supe que podía hacer una marca increíble", manifestó.
No todos fueron buenos momentos. "Tuve que bajarme tres veces de la bici, una para cambiarme y dos para orinar, pero no tardé más de un minuto y medio cada vez. Lo peor me pasó entre las cuatro y las cinco de la tarde. Me entró una pájara muy grande porque hacía mucho calor. No podía más. Pero gracias a la bebida energética Fruit Balance y al agua que me dieron me pude recuperar y afrontar la recta final", explicó.
De hecho se produjo un renacer en la cadencia de pedaleo del tinerfeño. La adrenalina fue subiendo a medida que el crono se acercaba a cero y Miguel Ángel lo notó. "Veía que la gente estaba emocionada, que me gritaban y me apoyaban sin parar", confesó. De hecho, el ordenador reflejó que los últimos 30 segundos se recorrieron a más de 106 kilómetros por hora. Castro estaba tan fuerte y eufórico que se hizo diez flexiones de brazos nada más pisar el suelo.
Mucho más sereno, el ciclista canario reflexionó sobre su hazaña: "No lo volveré a hacer nunca más porque esto es... una locura. Pienso que podía haber llegado a los 900 kilómetros pero los tobillos ya no daban más de sí". Al ser preguntado sobre el porqué de estos retos, Castro responde que "para demostrar que hay un montón de deportes y deportistas en Tenerife que pueden hacer cosas grandísimas. Porque todo no debe ser fútbol y más fútbol".
También tuvo tiempo de acordarse de las personas que siempre están a su lado. "Todo esto no es posible sin el apoyo de mi pareja, de mis hijos, de mi madre, de mis amigos, de tanta gente...Esto no es fácil y por mucho que yo quiera, sin ellos no es posible", reconoció.
Desde ayer, Miguel Ángel Castro hizo más grande su leyenda. Tres récord Guinness y dos marcas mundiales dan brillo a su palmarés. En el famoso libro de los registros deportivos figura su nombre en el récord de distancia recorrida en 1 minuto (2,040 kilómetros), en 1 hora (93 kilómetros) y 12 horas (834,49 kilómetros), mientras que ostenta las plusmarcas universales de mayor velocidad registrada en una bicicleta de spinning con 135 km/ hora y tiempo en recorrrer la distancia de 40,075 kilómetros con 26 minutos y 54 segundos.
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